Un joven, al parecer algo atolondrado, orina descaradamente en el interior de un edificio público en presencia de varios empleados. A pesar de guardar sus motivos, nadie se digna a confraternizar con su situación. Esta inocente trifulca será el desencadenante de una desternillante historia, donde las alocadas tribulaciones del protagonista no han hecho más que comenzar. La bola de nieve se precipitará por las laderas del Anapurna, lentamente, sin que nadie imagine el tamaño que desarrollará. Este curioso muchacho, prácticamente todo un hombre, sufrirá toda clase de sinsabores e intentará defenderse a su modo: no dejando títere con cabeza a la hora de lanzar sus juicios de valor contra todos los sectores de la sociedad; lo que le conducirá a enzarzarse en un descomunal embrollo, coronándose el mismo con un final sugestivo e inaudito. Por increíble que pueda resultar al lector, la presente novela se encuentra basada en hechos reales. Un 90% de los mismos son verídicos. El autor realizó, durante varios años, una labor de recopilación de las noticias más insólitas e indignantes que han ido ocurriendo dentro de las fronteras del país. Combinando hábilmente el material seleccionado, ha desarrollado esta chispeante historia, cuyo fin último es la realización de una mordaz crítica contra la sociedad actual. Escrita como un extraño diario basado en las vivencias de WCS, el lector nunca tendrá claro si se trata de ficción o realidad. Lo que sí puedo asegurarles es que si no se ríen con ella, les devolvemos el dinero. En un estilo ameno y jocoso, el lector podrá saborear un divertido talante que recuerda a escritores tan conocidos como Eduardo Mendoza o Tom Sharpe.