30 de agosto de 2011. Ha vuelto. ¿Quién? Ni más ni menos que Adolf Hitler, que aparece en un descampado de Berlín, sin explicación alguna, después de sesenta y seis años. Decidido a recuperar adeptos para alcanzar de nuevo el poder, logra ser contratado por una cadena de televisión, usando sus apariciones – que productores y público interpretan como los monólogos de un brillante imitador – como plataforma política. “Ha vuelto” ha sido un gran éxito de ventas en Alemania, e incluso existe un proyecto cinematográfico en marcha. Su secreto es la gran carga de humor de la obra, que está llena de equívocos y de ingeniosos diálogos. La adaptación de Hitler a la realidad actual es la base de los primeros capítulos de la novela, en los que se muestra desconcertado con eso que llaman Internet, o confuso acerca de porqué tiene tantas cafeterías el tal señor Starbuck. Como es natural, tampoco falta su particular análisis de la realidad política actual, incluyendo de la canciller, Angela Merkel, a la que se refiere como“una mujer fondona con el poder de irradiación optimista de un sauce llorón”. Por otro lado, el tono marcadamente satírico de la novela no está reñido con lo adecuadamente documentada que está: abundan las notas cada vez que se hace referencia a personajes o hechos históricos. La novela cuenta con una pega: su extensión. Las carcajadas de los capítulos iniciales se van diluyendo a medida que avanza la lectura y Hitler se habitúa a la vida en el siglo XXI. Pese a ello, se trata de una obra que garantiza varias horas de diversión. (Ana Rayas)
hace 11 años