Catalina de Habsburgo nació con todos los privilegios de clase que una mujer del S. XVI podía tener, nieta de los Reyes Católicos, hija de Juana la Loca y de Felipe el Hermoso y hermana de los emperadores Carlos V y Felipe I, su vida, como nos muestra Catalina de Habsburgo, reina de Portugal no fue un camino de rosas. Por orden de su abuelo, Fernando el Católico, será encerrada en Tordesillas junto a su madre y maltratada por los marqueses de Denia que las denigrarán de todos los modos posibles. Su hermano el emperador Carlos V la liberará y la casará con Juan III, rey de Portugal. Pero ahí no acaban sus desgracias, tuvo que enterrar a sus nueve hijos, a su marido y dejar la regencia en espera de que subiera al trono su nieto Sebastián, en las manos de su cuñado el cardenal Enrique.