Un libro que pretende recuperar la memoria de uno de los grandes científicos españoles que, no tomando partido en tiempos de zozobra nacional, terminó siendo desdeñado por unos y otros, terminando su vida en el exilio. Solo ahora parece que se empieza a reclamar el impacto de su labor y esta obra es un peldaño más. Blas Cabrera ha regresado a casa 85 años después de su muerte. Ahora sus restos descansan en paz en el lugar que lo vio crecer: San Cristóbal de La Laguna. Pero su nieto Luis siente que aún hay heridas que cerrar. El destierro de una Guerra injusta llevó el nombre de su abuelo al olvido. Una amnesia colectiva que impide recordar al que fue el padre de la Física española. Hoy lo único que queda es su ciencia.