El País del Sol Naciente ha ejercido un poder seductor sobre Occidente. Desde hace más de cuatrocientos años, se han sucedido encuentros y desencuentros, pero siempre caracterizados por un halo de fascinación, en ocasiones casi hipnótica. Sin embargo, muchas veces esta fascinación ha propiciado la aparición de tópicos que han dificultado el entendimiento de la cultura japonesa. Así, dentro del imaginario colectivo, Japón ha quedado reducido a geishas, samuráis y pagodas. Pero Japón es mucho más. Es una cultura compleja, que esconde mucho más de lo que se percibe a simple vista, y que hay que saber mirar. La singularidad de Japón ha quedado reflejada a través de las cincuenta películas que presentamos, que no son otra cosa más que una selección de títulos que recomponen, muy sucintamente, la historia de un país, de una cultura y de una cinematografía.