Las cartas de cielo que utilizamos los astrólogos son relojes que se mueven con la fuerza del cálculo matemático, no tienen otro mecanismo que los movilice, no son objetos de uso astronómico, son cronómetros que nacen de un “momento astronómico” señalado por el cielo de ese instante, y que al igual que una fotografía queda grabada en papel, exactamente igual que queda señalado en el reloj y el calendario normal, la hora y el día en que ocurre un asunto importante. Nuestros relojes son también artefactos para medir el tiempo que igualmente tienen su origen en elementos astronómicos. Los astrólogos medievales usaban lo que se conoce como la técnica de los atacires, hacer atacir, que es mover el reloj del cielo de una manera determinada usando un movimiento uniforme, igual que cualquier reloj normal.