Obra muy divertida, me he reído mucho. Es la típica comedia de enredos y malentendidos pero también contiene crítica social, reivindicación obrera y reflexiones sobre el sentido de ser honrado cuando la clase dirigente se aprovecha de ello para hacer la sociedad mas desigual. Hay muchos momentos para partirse de risa. Lo mejor es la capacidad de Antonia de inventarse mentiras, cada vez mas disparatadas, para ocultar lo de la comida robada. Y su marido Juan que se las traga todas sin rechistar. No os la perdáis.
hace 9 años