Una apasionante crónica compuesta por la compilación de los correos electrónicos que Natalia Aguirre Zimerman, ginecóloga colombiana enviada por Médicos Sin Fronteras a Afganistán desde septiembre de 2002 a julio de 2003, escribió a sus parientes y amigos durante su estancia de casi 300 días en ese país. Gracias a estas páginas, escritas con una prosa espontánea pero con la dosis adecuada de humor negro y la única intención de comunicarnos sus observaciones personales, la autora consigue acercarnos a una visión de Afganistán muy distinta a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación. Un testimonio de primera mano de cómo viven los afganos su día a día, de sus costumbres, de sus modos de pensar..., pero del que no está exento el conflicto de un pueblo que lleva décadas soportando guerras e invasiones. La joven médica nos ayuda a entender Oriente de otra manera, desmitificando el rol de la mujer sumisa y reprimida por una sociedad machista, y nos refiere sus vivencias, las arduas condiciones en las que tuvo que trabajar y las dificultades de una sociedad. La crónica va acompañada de algunas fotografías que la propia autora tomó durante su estancia en Afganistán.