Cuentos divertidos e inteligentes donde nos encontramos, como si miráramos a través de una cerradura indiscreta, los temblores --no siempre gozosos-- del sexo, la guasa que se esconde en la tragedia o los disparates que oculta la razón. Un niño sin esperanza que esquiva la muerte, un policía que no puede resolver un caso en el que él es la víctima, pasando por un samurái peruano, una secta contra el rock o un repartidor de pizzas al que un malentendido catapulta hasta los círculos más íntimos del poder. La fantasía verbal y la imaginación se unen para pintar el paisaje del mundo que creemos conocer. Y el humor que lo recorre no sólo endulza la realidad, sino que encima nos reconcilia con sus aspectos más turbadores.