Una declaración de humor es en realidad una declaración de amor por la más genuina de las tradiciones literarias de la lengua española: la que disfruta haciendo el humor a través de la literatura, pues Fernando Iwasaki convoca a Cervantes y Quevedo, Borges y Cabrera Infante, Jardiel y Camba, Bryce e Ibargüengoitia, Cunqueiro y Wenceslao, para escribir el relato de nuestro tiempo en clave de solfa.
Este libro ha sido el ganador de la décimo octava edición del premio Bodegas Olarra-Café Bretón.