Todos los demonios están aquí es una novela negra ambientada en Madrid, con un título shakesperiano muy acorde con su argumento.
La intriga arranca desde las primeras páginas; en el prólogo se nos presenta una escena delictiva a la que desconocemos cómo se ha llegado. A continuación, y a modo de cuenta atrás, la historia se desarrolla en varias partes —50 días antes, 22 días antes, 14 días antes…— que sumergirán al lector en el ciclo de acontecimientos que precedieron a ese momento inicial.
Se intercalan varias tramas paralelas que nos sumergen en el submundo de la delincuencia y sus distintos estratos. Por un lado, conocemos a Héctor y Nanín, dos jóvenes veinteañeros, delincuentes de poca monta, que cuando pierden el trabajo que les aseguraba unos ingresos pecuniarios regulares tienen que buscarse la vida para seguir adelante. Alex Romanov, ruso y exmilitar, es propietario de un club de estriptis y forma parte de la mafia rusa madrileña, pero también organiza sus negocios particulares con ayuda de sus hombres de confianza. Y en lo más alto de las esferas criminales encontramos a Rambo, un sicario implacable e infalible, que no deja cabo suelto sin atar.
Son historias aparentemente independientes que empezarán a complicarse y entrelazarse cuando Héctor y Nanín cometan una metedura de pata que puede resultar fatal, uno de los asuntos de Romanov tenga consecuencias inesperadas y, por otro lado, Rambo reciba el encargo de acabar con todos aquellos que hayan tenido algo que ver con la muerte de los padres de uno de los clientes de su jefe, víctimas accidentales del robo de una caja fuerte.
De la mano del autor nos movemos por Madrid y sus alrededores: Carabanchel, Parla, Pozuelo de Alarcón, incluso la Cañada Real. Allí encontraremos a estos variopintos personajes, de los cuales también llama la atención su faceta más humana, más “normal”, en la que muestran sus preocupaciones diarias, la pérdida de una novia, la enfermedad de un hijo o de una madre, hasta el plantearse un cambio de vida.
Una novela negra con muchos personajes, abundantes diálogos que dan realismo al relato, con capítulos breves y una trama ágil y muy amena que nos sumerge en el Madrid de la delincuencia y el crimen y en la que quizás, al igual que sucede en las obras del dramaturgo inglés por excelencia, pocos se salven de la muerte…
Una lectura entretenida y recomendable para los amantes del género. (Esther Rodríguez, 27 de diciembre de 2021)