Chyna es testigo del intento de asesinato de su amiga Laura y de la muerte de toda su familia. Tratando de salvar a Laura, a la que sabe aún con vida, se mete en la autocaravana donde el asesino se la lleva, y una vez allí ya no puede salir porque ésta se pone en marcha. Cuando Chyna está a punto de desistir se entera de que el psicópata tiene encerrada en su casa a una niña llamada Ariel y su decisión cambia: decide sacar a la pequeña de las garras del asesino. El hombre tarda en descubrirla pero cuando lo hace decide jugar con ella.