Resumen

Stello da vida a un poeta aquejado de melancolía aguda, que hace llamar al Doctor Noir, especialista en esa clase de dolencias, con el fin de que ponga remedio al mal que padece. Tras el diagnóstico, el Dr. Noir aplica al enfermo durante toda una noche de vigilia, una terapia consistente en la narración de tres historias en las que se cuenta el final –siempre violento– de otros tantos poetas bajo distintos regímenes políticos, en distintos lugares y en diferentes épocas. Con ello el doctor pretende demostrar al enfermo que el poeta, en toda circunstancia, lugar y época, ha sido es y será siempre un ser maldito, despreciado, maltratado e incomprendido. El primer poeta es el francés Nicolas-Joseph-Laurent Gilbert (1751-1780), que vivió en tiempos del rey Luis XV y murió de hambre, abandonado de todos, a pesar de la intervención del Dr. Noir ante el mismísimo monarca, durante una divertida entrevista que mantiene el médico con éste y su amante, la inefable señorita de Coulanges. El segundo es Thomas Chatterton, poeta en la Inglaterra victoriana, que se quitó la vida tras comprobar que nunca podría llegar a ser lo que realmente deseaba y creía que podía ser. La ayuda de la encantadora panadera londinense Kitty Bell, que lo adora y a la que el poeta, con su triste final, arrastrará también a la tumba, no puede evitar el suicidio de Chatterton. La muerte del poeta se producirá después de una memorable intervención del Lord-Alcalde de Londres, que, para evitarle la indigencia, humilla al poeta ofreciéndole un trabajo indigno. El tercero es André Chénier, guillotinado en París en la época del terror. En este caso el desencadenante de la catástrofe será nada menos que el dictador Robespierre, de quien se ofrece aquí un retrato siniestro y terrible. Las tres historias, narradas con humor exquisito, buscan poner de relieve las siempre malísimas relaciones habidas entre el poder político, sea el que sea, y el poeta, o sea, las imposibles relaciones entre la inteligencia y la política.