Las Guerras civiles inglesas que azotaron los reinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda en el amplio período que va de 1639 a 1651 es el auténtico protagonista de este espectacular fresco histórico. El juicio y ejecución del rey Carlos I, el exilio de su hijo Carlos II, el nacimiento de la Commonwealth y la etapa del protectorado bajo el gobierno de Oliver Cromwell son mojones en un camino en que las luchas están teñidas de enfrentamientos tanto ideológicos y políticos como religiosos. Uno de los grandes aciertos de Lindsey Davis consiste en focalizar su relato en los personajes de Juliana Lovell, esposa de un realista, y Gideon Jukes, un parlamentario convencido, lo que le permite mostrar los acontecimientos sin tomar partido y dejando que sea el propio lector quien juzgue a sus personajes y sus acciones. Otro de los grandes aciertos de esta gran novela consiste en, a través de los viajes de los personajes, mostrar los efectos de las guerras y de las luchas no sólo en Londres, sino en muy diversos puntos de los tres reinos implicados en los acontecimientos.