Su autora, en principio anónima pero que luego resultó ser Cheryl Strayed, contesta compartiendo experiencias propias, lo que confiere autenticidad y profundidad a los consejos que da, proporcionando una serenidad al lector que invita a seguir leyendo y a aprender de alguien que ya ha pasado por una situación similar. Strayed vuelve a su propia historia para interactuar con los lectores, y de estas conexiones inesperadas surge una magia que convierte lo concreto en universal. Strayed nos ayuda a descubrir nuestra propia esperanza y nos dice que podemos llegar a lo más hondo de lo que significa amar, llorar, sufrir, y que somos capaces de algo más que rendirnos.