La espiral belicista que llevó aparejada la creación del Imperio japonés desde finales del siglo XIX arrastró a centenares de miles de jóvenes japoneses a experimentar los horrores de la guerra. Seleccionada por Diego Blasco Cruces, “No esperamos volver vivos” reúne una amplia muestra tan reveladora como sugerente de testimonios provenientes no sólo de los célebres kamikazes que, cuando todo estaba ya perdido, partían a inmolarse contra objetivos enemigos, sino también de muchos otros participantes en los frentes de la Segunda Guerra Mundial, a menudo desgarrados o perplejos ante el contraste entre el deber y el sentido del honor inculcados y la funesta realidad que habían de afrontar.