Hay libros que te marcan, y éste es uno de los que me marcaron a mí. El ritmo te atrapa desde el principio, ya que es muy ágil de leer gracias a los diálogos y a que el autor no lo relentiza con descripciones muy detalladas. La trama avanza constantemente de una forma fluida y, con la ayuda de flashback, se nos cuenta la historia del protagonista y sus amigos de la infancia. El libro está basado en las experiencias vividas por el autor en su infancia, a ello es debido el notable el realismo con que están descritos los bajos fondos de Nueva York: burdeles, bares, clubs. Realismo que ayuda a comprender a unos seres inmersos en un ambiente así de sórdido.
hace 8 años