¿Puede convertirse un diccionario, con su estricto orden alfabético, en ficción, en un libro de cuentos? José María Pérez Zúñiga despliega a lo largo de 150 términos, de “Adivinanza” a “Zulo”, una estrategia narrativa abierta, que teje a su vez todo un brillante mosaico de piezas breves. Los géneros se mezclan, se entrelazan, difuminan sus límites en lo formal y en el fondo, descubriéndonos que ficción y no ficción, voz narrativa y voz personal remiten a un único texto. Como su título, que procede de un aforismo de Georg Christoph Lichtenberg, Zúñiga reúne en un solo texto lo viejo y lo nuevo con un resultado innovador.