Las doce novelas que Howard Fast escribió, con diversos nombres de mujer, forman un corpus novelesco, en el interior del género negro americano, que se podría, sin miedo a exagerar, equiparar con el ciclo Marlowe de Chandler o el de Sam Spade de Hammet. Millie es uno de los mejores títulos de esa serie caracterizada por unas tramas llenas de giros sorprendentes, una escritura incisiva enriquecida con brillantes diálogos y unos retratos de personajes llenos de humana veracidad.