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MENDEL EL DE LOS LIBROS ZWEIG, STEFAN

Nota media 8,19 Muy bueno 145 votos 26 críticas

Resumen

Escrito en 1929, Mendel el de los libros narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el dueño del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915 Jakob Mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo XX.

26 críticas de los lectores

8

Sencillo y grato de leer, excelente escritor.

hace 6 días
7

Se trata de una breve novela (1929), con la característica prosa elegante de Zweig, autor que sabe captar a la perfección la profundidad de las emociones humanas. Es una lectura rápida que, debido a su brevedad, deja con ganas de continuar el relato. El trasfondo nos invita a reflexionar sobre cómo la guerra trastoca las sociedades, crea situaciones injustas y plantea el dilema moral de cuál es el sentido del sufrimiento de los inocentes, así como la necesidad de la compasión. Tema, por cierto, que desarrolla en una novela posterior más larga y elaborada, muy recomendada: ''La impaciencia del corazón'' (1939). Por otra parte, el discurso es bastante oportuno: el personaje de Mendel podría considerarse una ''rara avis'' ─tanto para su época como para la nuestra─ ya que representa todo un ejemplo de concentración, memoria y abstracción ─virtudes cada vez más escasas, cuando no denostadas en nuestros días─. Por cierto, ¿a alguien más le venía la imagen del Maestro Enrique de Vicente cuando imaginaba la cara de Mendel? Aparte, se plantea otro tema de actualidad que es el de los sistemas fallidos de la meritocracia ─o, en otras palabras, cómo ese torpe funcionario ha conseguido ese puesto─. Finalmente, la figura de Mendel podría considerarse en parte como un ideal algo excéntrico que todo lector empedernido lleva dentro. Al fin y al cabo, ¿qué lector no disfruta sumergiéndose en las librerías de viejo entre títulos y autores y no siente una pequeña satisfacción al encontrar entre sus manos esa joya que buscaba?

hace 6 meses
9

Excelente libro. Condensa en muy pocas páginas una gran historia.

hace 7 meses
8

Este autor cada vez me sorprende más, tiene una prosa increíble, en tan pocas páginas logra sumergirte en sus mundos fantásticos. Me hace acordar mucho a John Steinbeck

hace 2 años
8

Zweig es un genio.

hace 2 años
7

Un cuento, más que una novela, del gran Zweig que apenas en 50 páginas es capaz de crear un personaje, para los lectores y, a diferencia de los vieneses, difícil de olvidar. La historia se puede considerar asimismo como una alegoría del contraste entre la cultura y las miserias mundanas como la guerra o el mercado. Recomendable!

hace 3 años
9

Creo que a los lectores nos gusta leer libros que tratan sobre los libros. Yo compro en automático cualquiera que contenga en su título palabras como biblioteca, lector, librería, novela, librero, lectura, bibliófilo, etcétera. He leído decenas de libros sobre el tema. No recuerdo como me enteré del texto de Stefan Zweig que hoy nos ocupa, pero sí me acuerdo que inmediatamente me di a la tarea de buscarlo; estaba agotado, así utilicé la opción que algunas librerías online tiene para avisar a sus clientes cuando el libro de su interés esté de nuevo disponible. Tres o cuatro meses después de la búsqueda, lo pude adquirir, en una bella y cuidada edición -como nos tiene acostumbrado- de Acantilado, casa editorial catalana que ha publicado en español casi toda la obra del autor austrohúngaro. Stefan Zweig (1881-1942) fue en vida un escritor popular. Su obra como biógrafo, ensayista, novelista , poeta y dramaturgo es extensa y relevante. Yo lo conocí por las excelentes biografías sobre María Antonieta y María Estuardo que le publicó Acantilado, y tengo como tarea pendiente sumergirme en algunas de sus novelas. Por lo pronto, el pequeño relato “Mendel el de los libros”, me encantó. El texto -escrito en 1929- es narrado por un cliente de nuestro protagonista, Jakob Mendel, un librero ambulante con una memoria enciclopédica cuando se trataba de libros, y que atendía a su parroquia en una mesa rinconera en el café vienes “Gluck”, cuyo propietario -el señor Standhartner- lo admiraba y se sentía orgulloso de tenerlo en su local, pues Mendel atraía una refinada clientela, que terminaba consumiendo algo del menú de la cafetería. Mendel atendió en su mesa durante más de 25 años, hasta que la primera guerra mundial lo alejó durante los años que permaneció encarcelado en un campo de concentración por un delicado malentendido provocado por la abulia, la displicencia extrema que le producía todo lo que no tenía que ver con sus amados libros. En su regreso al café, ya nada fue igual. El “Gluck” había cambiado de manos, y al nuevo propietario, poco le interesaban los talentos de excéntrico librero, y su clientela, que durante su confinamiento y por la guerra, había disminuido sensiblemente. Historia conmovedora que te atrapa. Escrita con una prosa elegante, con gran sensibilidad y afecto, Zweig nos transmite en pocas páginas el amor obsesivo hacia los libros del para mi, ya inolvidable personaje Jakob Mendel, y que nos enseña que “los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido.”

hace 4 años
9

Otro relato corto de este magnífico escritor. Nos relata un drama de un excéntrico librero. Es breve, es sencillo, es muy bueno.

hace 5 años
7

Un breve relato, que cuenta una curiosa e interesante historia. Escrito con una gran prosa, como es de prever, dado el autor. Me ha gustado, pero, tampoco me ha encantado. En mi opinión, no es un libro que destaque.

hace 5 años
7

Me gustan estas novelas cortas de Zweig. Quizás no me dejan fascinado pero todas y cada una (ésta no iba a ser menos) te dejan ese regusto a buena literatura. Un relato sencillo, fácil de leer y que conmueve.

hace 6 años
8

Stefan Zweig era un experto escribiendo pequeñas grandes novelas. De esas que se leen de una sentada pero quedan en la memoria por mucho tiempo. “Mendel el de los libros” es una de ellas. Es una historia escrita de manera impecable, llena de encanto y de tristeza. Para no perdérsela.

hace 6 años
9

Reza una célebre sentencia popular que lo bueno, si breve, es dos veces bueno. Bien, pues yo maldigo desde hoy este refrán. Lo maldigo y vuelvo a maldecir, pues 60 páginas se pasan muy rápido cuando su contenido es tan bello como el nacido de la pluma de Stefan Zweig, y uno desearía disfrutar eternamente entre la perfección de su prosa. Aunque pensándolo en frío, muy posiblemente un mayor volumen privaría de su encanto a esta pequeña joya. De hecho, la belleza no sólo radica personajes polifacéticos e interrelacionados de una manera enrevesada. No son necesarias tramas secundarias afluentes de un trama primaria que describe continuos giros argumentales, ni mucho menos descripciones prolíficas, para escribir una novela memorable. Basta a veces con tener una historia que contar y un gran talento a la hora de elegir las palabras para hacerlo. Y si tras las galas de la estética se halla un mensaje que es denuncia de las injusticias sociales y su absurdo, uno se ve en la obligación de recomendar la lectura de esta novela, de Mendel el de los libros, a todo aquel con quien se tope en su camino.

hace 6 años
9

No sé si Mendel existió o si fue una invención de Zweig, pero tampoco necesito indagar sobre el hombre que vivía por y para los libros; quiero imaginarlo tal y como el escritor austriaco nos lo muestra. Más allá de Mendel, de su rincón en un café vienés y de su conocimiento ilimitado sobre los libros, el recuerdo, o mejor dicho, los inmisericordes latizagos que sufre la memoria y el terrible paso del tiempo protagonizan esta breve novela. Recordar nos retrotrae a un mundo pretérito, que, vivificado, se nos muestra como fue, sin embargo, el retorno al presente y las ausencias emborronan los tonos pastel y zahieren la remembranza Afortunadamente, gracias a la escritura de Zweig y a su evocación conocemos a Mendel, devoto de la cofradía del libro. Bellísimo libro, escritura fina e inolvidable personaje.

hace 7 años
10

Sin importar el tipo de lector que usted sea, profundo o superficial, a tiempo parcial o completo, simple o complejo, inteligente o emocional, permanente o de ocasion, el que sea, dese un gran regalo y lea este libro....Una pequena joya exquisite.

hace 9 años
9

Un mini relato que es una verdadera joya. Concentra en sesenta páginas el amor por los libros, el respeto por el esfuerzo y el conocimiento y la sin razón de la guerra. Una historia conmovedora y triste. “¿Para que vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se está llevando nuestras últimas huellas?” Imprescindible.

hace 9 años
9

Historia breve, sencilla, intensa, conmovedora. Mendel es un librero judío poseedor de una memoria prodigiosa en lo referente a los libros, los cuales son la razón de su existencia. Zweig lo define como "enciclopedia, catálogo universal sobre dos piernas". Me ha encantado este personaje y la novela. http://laislaliteraria.forogratis.mobi/t21-mendel-el-de-los-libros-stefan-zweig

hace 10 años
8

Relato breve y bueno.

hace 10 años
10

Magistral, como todo lo de Zweig. En este caso concentrado en 50 páginas. El planteamiento, tierno y desconcertante. Una auténtica joya.

hace 10 años
8

Bellísima historia sobre la inocencia y nobleza de un viejo librero, y de como la tempestad de la intolerancia se lo llevo por delante.Recomendable

hace 11 años
8

Uno de los relatos que más me han gustado de Zweig. El protagonista es entrañable, por su pasión-obsesión que le llega a abstraerse del mundo ( me ha recordado cuando leo y me hablan y no me entero) y por ese desapego a todo lo que no sean libros. Por eso, cuando las injusticias, de los de arriba y de los de al lado, se ceban en él, nos duele de manera especial por su indefensión. Una prosa pulcra y magistral

hace 11 años