Se puede buscar un nexo de unión entre las protagonistas de ambos relatos. Ambas viven un amor apasionado, la primera ignorada pero disfrutando del Olimpo por algunos momentos. La segunda, ignorada, se esconde en esa pasión para sobrevivir de todos los desprecios y dolores que arrastra en una mísera y atormentada existencia. La protagonista de "Carta a una desconocida" a pesar de despreciarse a si misma es una mujer moderna, capaz de abandonar todo por amor rompiendo una vida oficial y sin respetar a la moral y a las buenas costumbres. En ese sentido es una mujer adelantada a su tiempo que es de la década de 1900. "Leporella" saca de sí misma todo el veneno acumulado en una vida de trabajo duro y de desprecios continuos. La literatura de Zweig siempre deja con ganas de más. Estos relatos hubieran dado mucho más de sí desarrollándolos en una novela. Magníficas lecturas.

En Leporella, otra memorable novela corta, Zweig realiza un retrato magistral de los intrincados sentimientos de una sirvienta adusta y poco agraciada, que comienza a sentir una fascinación tan profunda por el hombre al que sirve, que la abocará a fatales consecuencias. Una narración dramática, con personajes magníficamente perfilados y una profunda y exquisita prosa, características inherentes a la narrativa de este excelente escritor.

Imprescindible lectura te la comes con los ojos en unas horas al ser lamentablemente tan breve.

Con Zweig no puedo ser imparcial. Es de mis predilectos. Leporella me dejó sin aliento. Imprescindibles.

El libro contiene dos excelentes relatos de Stefan Zweig. El más extenso, “Carta de una desconocida”, que ya había leído hace unos años, es la fabulosa carta-confesión escrita por una mujer anónima que recibe un famoso escritor. En ella expresa el amor apasionado y la entrega incondicional que le ha profesado a lo largo de su vida. Soberbiamente escrito, es una pequeña joya, aunque es difícil imaginar que sea posible un amor de semejante magnitud.
“Leporella” es otro intenso relato, protagonizado esta vez por Crescenz, una mujer poco agraciada, tosca y huraña, indiferente a cualquier pasión, pero muy trabajadora. No obstante, cuando empieza a trabajar como sirvienta en casa de un joven barón y su malhumorada esposa, una serie de circunstancias provocará que surja en Crescenz un nuevo sentimiento que se convertirá en obsesión por servir a su señor, con fatales consecuencias. Magníficos personajes y soberbia la prosa de Zweig.