He leído este libro por reiteración. En otoño pasado releí la tetralogía del cementerio de los libros olvidados, del que me declaro un fan, y al acabar pensé que era un buen momento para atacar Marina, pero algo en la reseña me dejo un poco frio y lo aparqué una vez más. Cuando el 19 de junio murió CRZ decidí subirlo en mi lista de libros pendientes, pero allí se quedo. Finalmente y gracias a una lectura conjunta de @lecturasconjuntasDimeunlibro me he decidido a leerlo. No sé porqué tenía tantas dudas, es un novela de CRZ y no podía defraudar.
La historia tiene de todo: amistad, amor, intriga, terror y misterio, mucho personajes interesantes y muy bien desarrollados y un montón de frases que te hacen reflexionar:
“a veces las cosas más reales solo suceden en la imaginación”, “nada mejor que leer acerca de los problemas de los demás para olvidarse de los propios”, “el que no sabe donde va, no llega a ninguna parte“, “a la muerta poco le importa la justicia”, “la mezquindad de los hombres es una mecha en busca de llama” , “los problemas son como las cucarachas, si se sacan a la luz desaparecen”, “solo tenemos oídos para lo que queremos escuchar”, “el tiempo no nos hace más sabios, solo más cobardes”.
El libro tiene momentos adictivos, y al no ser muy largo se lee fácil y rápido. Tiene algunos detalles que te hacen pensar en el cementerio de los libros olvidados, aunque la historia no tiene relación con la tetralogía. Describe mágicamente algunos parajes de la Barcelona de los años 70. En resumen, me ha gustado y lo recomiendo a todos aquellos que no lo hayan leído
hace 4 años
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