El Manifiesto redneck es una devastadora defensa, razonada y oscuramente divertida, del grupo social más vilipendiado de Estados Unidos: el clan cultural al que la gente se refiere indistintamente como rednecks, hillbillies o basura blanca de tráiler. Con audacia y brillantez, demuestra que el secretito más sucio de Estados Unidos no es el racismo sino el clasismo y, con una inigualable habilidad para echar sal en las heridas, desmantela todas las ideas preconcebidas acerca de la raza y la cultura, arremetiendo a mazazo limpio contra las delicadas concepciones populares de gobierno, religión, medios de comunicación e historia.