Una genialidad que debe ser leída. Tan divertida-mente que asusta. Es un OCHO MIL de la Literatura de todos los tiempos. Si veneras el sentido del humor. Esta es tu novela
hace 1 añoEl terrateniente Ximen Nao es ejecutado y baja al inframundo, donde le condenan de forma injusta a reencarnarse en un burro. Así comienza un ciclo de vidas, muertes y transmigraciones en distintos animales que le agotan pero nunca le hacen olvidar su existencia humana. En cada una de sus reencarnaciones sufre una nueva injusticia, que sirve para reflejar la vida cotidiana en un condado de la China comunista, mediante un relato al que no le falta el humor más ocurrente y ácido. Mo Yan se convierte en personaje, cita su propia obra y se ríe de sí mismo. Ese protagonista tan charlatán, incluso cuando vive como animal, puede encarnar al niño que fue Mo Yan cuando su madre le prohibía hablar fuera de casa para no buscarse problemas debido al ambiente represivo en que vivían. De ahí, el seudónimo de Mo Yan, que significa “No hablar” y que adoptó hace 30 años. Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012.
Una genialidad que debe ser leída. Tan divertida-mente que asusta. Es un OCHO MIL de la Literatura de todos los tiempos. Si veneras el sentido del humor. Esta es tu novela
hace 1 añoTedioso aunque con toques de humor. No me enganché con la historia que más que interesante terminó por aburrirme. Se dice que Mo Yan lo escribió en pocas semanas.
hace 9 añosCuesta cogerle el hilo a la historia, y sin embargo acabas cogiendole el gusto a las rencarnaciones. Del mismo estilo que Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, en el que se utiliza la historia de una familia para retratar los cambios sociales de un pueblo y una cultura. Muy recomendable, sobre todo si desconoces la historia de la China moderna.
hace 10 años