Un relato encantador, divertido, ameno, entrañable sobre la joven Poppo al frente de la papelería que heredó de su abuela, los encargos que recibe para escribir ciertas cartas, el esmero en elegir la caligrafía, el papel y los utensilios para hacer llegar el mensaje encargado, comunicando lo que el cliente no puede hacer por sí mismo son una delicia, transmitiendo el carácter empático de la protagonista. Es de esas novelas que acabas con una sonrisa en la cara. Había leido otros libros de la misma autora, que no me gustaron tanto. Recomiendo la lectura que este.
hace 1 día