Interesante novela aunque un poco distante, No se explica por qué la protagonista deja a su familia y entorno. Bien aunque me faltó algo de emoción..
hace 11 mesesBerlín, 1956. La tarde con más frío de todo el invierno, las manos de una niña se ensucian de carbón. Berlín, 1958. En esas mismas manos hay un secreto o un recuerdo, una insignia con tres letras grabadas: PCE. Berlín, 1961. La sangre de las sardinas ha quedado al otro lado porque un muro ha partido la ciudad en dos. Berlín, 1968. ¿Has pensado en lo que significa estar aquí para siempre? Berlín, 1971. Qué cosas se llevan en los viajes, cuando se huye, cuando no será posible un regreso. La vida de Katia podría haber sido contada de muchas formas, pero la prosa de Aroa Moreno Durán, incisiva y brillante, nos la cuenta de este modo: devolviendo la belleza al peso de la Historia. Cada año Caballo de Troya invita a un editor a que coja las riendas del sello dejándole su impronta personal. La hija del comunista inaugura el año de regencia de Lara Moreno.
Interesante novela aunque un poco distante, No se explica por qué la protagonista deja a su familia y entorno. Bien aunque me faltó algo de emoción..
hace 11 mesesCon una prosa y un estilo muy bien escrito, los diálogos están integrados en la narración, a mí me funciona muy bien, la historia de Katia es la de alguien que no tiene su sitio en el mundo, nos va a dejar fuera de sitio, estemos donde estemos, dentro del muro o fuera del muro.
hace 1 añoA finales de los años cincuenta, en primera persona y desde la perspectiva de la hija de una pareja de comunistas exiliados en Alemania tras la Guerra Civil Española, una niña comienza a hilvanar recuerdos sueltos de su infancia en Berlín. A medida que los capítulos avanzan, los pasajes van tomando coherencia narrativa y la atmósfera de la novela adquiere mayor enjundia coincidiendo con el levantamiento del muro. Mediante una prosa que consigue que el lector, al comenzar el libro, sienta que está contemplando una serie de recuerdos familiares grabados en super ocho y sin sonido, la autora consigue transmitir la frialdad del ambiente de una época y de unas circunstancias. Alejada en su primera parte de giros narrativos que hagan que la lectura de “La hija del comunista” nos mantenga en vilo, el atractivo de la historia radica en la forma con la que, a través de la narración de estampas y de situaciones familiares, pareciera como si nos imbuyéramos en las ciudades desangeladas y de paredes grises de los países del este antes de la caída del telón del acero desprendiéndose de las páginas el silencio que causa el miedo a levantar la voz. En la segunda parte, con la huida de la protagonista de la Alemania del Este y la ruptura de sus relaciones familiares, la trama cobra fuerza hasta desembocar en un final en el que Aroa Moreno sabe crear la paradoja de cómo un colaborador del sistema represor puede llegar a ser represaliado y ser víctima de lo mismo que se ha prestado a hacer. Claro ejemplo de como en la buena literatura tiene más peso el estilo y la forma de contar que la propia historia, “La hija del comunista” deja en el lector la sensación de haber visualizado un documental sobre la vida en la Alemania previa a la caída del muro y le hace reflexionar sobre cómo, en un régimen político perverso, podemos pasar de represores a reprimidos. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 añoMe lo recomendaron de visita en Berlín como referente para entender lo que sucedía en ambas partes del muro, entender las huídas y la forma en que vivían en la RDA, sin embargo me ha faltado mucho de esto. Lo explica cogido con pinzas y sin ahondar. Esperaba más.
hace 5 añosMe gusta su forma de escribir....recordando lo sucedido, y comunicandonos los dialogos integrados en sus recuerdos. Los dialogos entre la familia, no estan separados en presente, sino que fluyen con la historia. Las frases cortas y las descripciones pausadas, aunque sean de fiestas, transmiten la tristeza y soledad de la protagonista. Como la vida de la niña, camina paralelamente a la velocidad de la sociedad y la politica del estado. Quiera o no, se ve forzada a crecer bajo los ojos de sus gobernantes. Es la busqueda de un sitio, la huida de un lugar que no es el suyo. Algo que siempre lleva Katia, es la soledad y la sumision, y nos cuenta que la mujer es mujer, haya donde viva y con quien viva. Ella, sin quererlo, construye otro muro, con su familia y su pasado.Para mi sorpresa, vuelve a aparecer "1984" de Orwell.
hace 6 años