Apenas 180.000 habitantes, un premio Nobel de Literatura, una base militar estadounidense, dos aerolíneas transatlánticas: esto es Islandia en 1963. Hekla siempre ha querido ser escritora. En un país de poetas, en el que cada casa está repleta de libros y hay más escritores per cápita que en cualquier otro lugar, Hekla solo encuentra un obstáculo: ser mujer. Después de empacar todas sus pertenencias, incluida una máquina de escribir, llega a Reikiavik con un manuscrito en su maleta. Se va a vivir con su amigo Jón John, un hombre homosexual que desea con todas sus fuerzas empezar a trabajar en el teatro. Ambos se sentirán totalmente desubicados en un mundo pequeño y profundamente conservador.