Todas somos Kim Ji-Young.

Cualquier mujer, madre, trabajadora, en cualquier país del mundo (tal vez no sea así en los países nórdicos, no sé) se sentirá identificada con esta historia, la de una mujer, universitaria, con una carrera, que se enfrenta a la búsqueda de empleo y al empleo en condiciones manifiestamente peores que las de sus colegas varones. La discriminación por ser mujer (ni siquiera madre) dificulta el acceso a buenos empleos. Y lo que la sociedad espera de las mujeres (que renuncien a sus carreras para ser madres, para cuidar de unos hijos que parecen solo de ellas) tampoco facilita las cosas. En fin, la misma mierda que en cualquier país, pero además con el remate de esa forma de ser oriental, en la que todo se supedita al respeto hacia los padres, hacia los suegros, hacia los jefes... Pero solo por parte de las mujeres, al parecer. Las escenas en las que ella se agobia en el bus con el compañero que la persigue y en la que se entera de la presencia de las cámaras en el baño de la oficina y la existencia de fotos comprometidas, dan una idea de que en materia de acoso sexual tampoco andan muy adelantados los coreanos. Un libro imprescindible para entender la discriminación laboral por razón de sexo. Aunque habrá quien no entienda nada, porque no hay más ciego que el que no quiere ver.

Esta historia tan dura, real y esclarecedora al mismo tiempo, no es una simple historia de una novela, sabréis eso mismo al terminarla por todo lo que os va a aportar. No es una biografía al uso, no es un ensayo pero ambos géneros literarios son lo que forman lo que Kim ji-young cuenta entre estas líneas que no solo son de ella sino que valen como voz de todas esas mujeres chinas o coreanas de hoy en día y desde hace muchos años. Tod@s sabemos que la cultura china nunca ha valorado realmente a las mujeres, desde que nacen incluso son discriminadas...pero no voy a seguir contándolo porque es necesario escuchar a Kim, es necesario leer este maravilloso libro y darse cuenta que no solo es Kim ni la gran mayoría de chinas o coreanas....etc somos cualquier mujer occidental en muchos aspectos también. Es una novela dura y muy potente, con un mensaje bien clarito, directa y sin paja ni vacíos añadidos para aburrir, es bien ligera y se lee rápido. En fin....ha sido un fenómeno en la literatura y entre los bestsellers tengo entendido, pero no, la gran fenómena es la protagonista.