Es un libro muy interesante, al estilo de las obras de Emilia Pardo Bazán o Valle-Inclán, con un argumento que transcurre dentro de un pazo gallego de tiempo inmemorial y con esas relaciones amo-criado tan inamovibles en el tiempo. Los dos personajes principales, Álvaro y Marcela, están retratados con maestría, y cada uno a su manera representan todas las virtudes y defectos de su respectivo origen social, tan próximo en cuanto a cercanía física y tan lejano en cuanto al espíritu. La historia va acercándose al final poco a poco, sin sorprendernos mientras deseamos que transcurra de otro modo, y nos deja un buen sabor de boca por la maestría de su autora.
hace 13 años
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