El mago Merlín sigue siendo el principal consejero del joven rey Arturo, quien acaba de gestar un hijo con su media hermana Morcadés. El monarca se dedica a pacificar las tierras conquistadas, a fijar alianzas con reyes menores y a protegerse de Morcadés. Además, se casa con una princesa que muere en un parto y con otra que es estéril. Merlín decide entonces alejarse de las intrigas cortesanas, para sumirse en una profunda paz.