A partir de las cartas cruzadas entre Marie Casimire de La Grange y Juan Sobieski, de alto contenido erótico, la autora de Saladino recrea la vida de una mujer cuya importancia en la política europea ha sido minimizada por la historia oficial. Marie Casimire llegó a Varsovia y no tardó en casarse con Juan Zamoyski cuando todavía era una niña. Ya entonces estaba enamorada de un prestigioso militar, y el suyo fue un matrimonio desgraciado. Cuando logró separarse de Zamoyski, y convertida ya en uno de los personajes principales de la corte, logró casarse finalmente con Juan Sobieski, que llegaría a reinar en Polonia como Juan III. Sobieski se ocupó con éxito de las campañas militares, pero fue Marie Caimire quien gobernaba a la sombra, quien aconsejaba con acierto a su marido en cuestiones diplomáticas y políticas y a quien debe atribuirse el éxito de lograr detener a las tropas otomanas a las puertas de Viena en 1683. Las cartas que a lo largo de los años cruzaron estos dos personajes no sólo ponen de relieve la desconocida importancia política de Marie Casimire, sino que además trazan una de las historias de amor más intensas de todos los tiempos, no exenta de audacia y erotismo.