Terenci Moix recoge varias de las conocidas anécdotas que se han divulgado sobre ella, pero a su vez, también compone una Cleopatra particular e íntima, donde prevalece los sentimientos y pasiones a la acción y los hechos históricos. Se realza los sueños que anhela y ambiciona, junto con sus esperanzas, ya sea como madre, como amante o como dirigente político en calidad de Reina de Egipto. Aspiraciones que tienen como raíz la pretensión del gran Alejandro Magno por conquistar y dominar el mundo.
Es una novela de amor extremadamente pasional, que pasa por todas la fases.
Uno de los factores más significativos de la novela, acaso el principal, es la forma particular de la escritura. Una narración poética componiendo una estética elegante, bella y sensual (a tono con el lugar exótico). Debo confesar que en principio me deslumbró, con una profusión descriptiva de imágenes sensoriales (paisajes, ambientes, colores, tonalidades, fragancias, sonidos, música, sabores, impresiones táctiles, etc.) y detalladas explicaciones de sensaciones interiores de los personajes. Pero, poco a poco, esta redacción lirica se va volviendo cada vez más excesiva e insistente, donde va ahogando la trama para centrarse en exclusiva en los sentimientos y sueños de Cleopatra.
Primera novela que leo de este autor, y que por lo que recuerdo de él, entre frívolo y comprometido (homosexualidad declarada, apuesta por el castellano, y malas relaciones con el gobierno catalán), no tenía idea que iba a encontrarme. Ha sido un principio espectacular, que ha ido decayendo con el pasar de las páginas, y que al final me ha parecido una buena novela con unos párrafos excelentes llenos de poesía, y un argumento no tan brillante, subrayando que es en determinadas situaciones y personajes.
hace 12 años
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