Un poco lenta a ratos, pero se deja leer. Me gustó el realismo de los personajes, incluyendo al protagonista. Un agente de policía común y corriente. Novela ok.
hace 5 añosEn Muerte en Hamburgo, Craig Russell nos presenta a un nuevo detective, Jan Fabel, mitad escocés, mitad alemán, un hombre con consciencia e imaginación. Russell ha creado también un escenario rico en texturas, donde la ciudad de Hamburgo juega un rol central, una ciudad llena de contrastes y sombras. En la primera de seis novelas planificadas y desarrolladas en la ciudad alemana de Hamburgo, el Hauptkommissar Jan Fabel investiga una serie de violentos asesinatos. En todas las víctimas, los pulmones han sido extraídos de los cuerpos, imitando así, un antiguo rito vikingo. Mientras Fabel avanza en la investigación, va quedando claro que se trata de algo mucho más complejo que el trabajo de un simple psicópata; está sucediendo una historia compleja y extraordinariamente desarrollada. Muerte en Hamburgo invoca el moderno mundo criminal de Hamburgo, a la industria del sexo y actividades terroristas del pasado y del presente.
Un poco lenta a ratos, pero se deja leer. Me gustó el realismo de los personajes, incluyendo al protagonista. Un agente de policía común y corriente. Novela ok.
hace 5 añosTERMINADO EL AÑO 2009. No puedo decir que no me gustó, pero, hay una mezcla de novela negra con un poco de terror, que a mí no acabó de convencerme. La historia está bien narrada, es creíble, la investigación de los crímenes está bien documentada y tal, el personaje del detective también es bastante real. En general el libro está bastante bien.
hace 7 añosCon esta primera entrega del comisario Jan Fabel, Craig Russell consigue una trama muy coherente y muy bien enlazada. Tendremos que seguirle la pista a las siguientes entregas de este personaje.
hace 8 añosTrepidante novela negra con el inspector Jan Fabel metódico y eficiente investigando unas muertes brutales. Un disfrute.
hace 11 añosBuen libro, muy ameno y de fácil lectura. No es una obra maestra pero te engancha fácilmente y te mantiene en tensión continuamente.
Tal vez la única pega sea la cantidad de anacronismos y terminología propia de Alemania.