Éste es un libro-bisagra. Un libro-dinamita. Leyendo estas páginas somos testigos de cómo el gran literato que había sido Tolstói hasta entonces, se convierte en el intelectual revolucionario que fue hasta su muerte. En él nos cuenta su recorrido por los barrios más pobres de Moscú, los hospicios… Su conciencia social aparece por primera vez. Al principio tortura a sus amigos para obtener dinero para los más desfavorecidos. Pero poco a poco fue interiorizando un análisis mucho más radical: su aportación no podía centrarse en limosnas, sino en ofrecer una teoría perfectamente sólida y capaz de avalar una transformación completa de la sociedad que hiciera auténtica justicia para todos los seres humanos. Así la dejó escrita aquí y hoy sigue siendo tan válida que entonces.