Bueno, oficialmente he renunciado a la Corte de Brujos Oscuros. Ya no soy parte del grupo de brujos que se encarga de deshacerse de los problemas paranormales que nadie más quiere atender. Específicamente, trato con los demonios que escapan del Velo, la capa invisible que protege a nuestro mundo del Inframundo. Pero cuando me llaman para investigar una serie de muertes humanas en un restaurante local de Nueva York mientras intento encontrar otra fuente de ingresos, no estoy en condiciones de rechazar la oferta. Entonces, acepto el trabajo extraoficialmente. Rápidamente, descubro que hay un nuevo personaje causando caos en la ciudad, uno que ha estado desaparecido durante cientos de años y ahora ha vuelto para matar inocentes con un virus mágico. Odio admitirlo, pero por muy ruda que yo parezca, su magia me supera y mucho. Si no puedo encontrar a los culpables detrás del virus mágico, morirán más personas inocentes. Es hora de que tenga los pantalones bien puestos y le muestre a la Corte qué tipo de bruja oscura soy: una muy mala.