Es una pena que este autor sea prácticamente un desconocido, lo mismo que la novela. Me parece una joya literaria, una narración que entra a tratar profundamente el ámbito de la frustración, así cómo la contradicción permanente entre los pensamientos y las conversaciones (tal vez en un tono un poco exagerado, pero totalmente creíble), a través del monólogo de Juanita Narboni. Lo recomiendo vivamente, sobre todo para aquellos que quieran salirse de la rutina de la novela comercial.
hace 8 años