La falacia de Montecarlo es una novela sencilla y veraniega centrada en la vida cotidiana de diferentes personajes y sus vicisitudes, interrelacionando sus historias que confluyen al final.

Con base en la premisa de que el azar no se puede prever y en la creencia de que por ocurrir un suceso en repetidas ocasiones o, por no haber ocurrido nunca, el azar provocará un cambio, nos adentramos en una historia de traiciones y desamor centrada en personajes masculinos que sostienen con seguridad que su buena suerte no cambiará. Sin embargo, un accidente inesperado y repentino cambiará la vida de todos los personajes volcando la balanza a favor de otros personajes desfavorecidos al inicio de la novela como consecuencia de las acciones sin escrúpulos de personajes varones, principalmente en Sergio, protagonista principal junto con su pareja Blanca.

La novela está escrita con fluidez y agilidad manteniendo la intriga, con giros de trama y un final agridulce en el que, al mismo tiempo, algunos sucesos serán previsibles mientras que otros serán sorprendentes e inesperados y que dejan con una sensación ambigua y equívoca, que puede interpretarse de forma no del todo positiva.

Sergio y su suegro Anselmo mantienen ambos un matrimonio de conveniencia con sus mujeres basado en el interés económico al tiempo que ocultan mentiras, traiciones e infidelidades. Se muestran como personajes desleales y sin escrúpulos, poco confiables. Thiago y Fran, personajes secundarios y pasajeros, mostrarán la misma conducta.

Las protagonistas femeninas Blanca, Adela (madre de Blanca y pareja de Anselmo) junto con Camila y Dolors Ventura, son los personajes en los que recaen las traiciones de los hombres y ,aunque la autora ha intentado crear una historia con mujeres valientes , fuertes y empoderadas en contraposición con mujeres débiles, me ha resultado decepcionante la actitud , decisiones y acciones de todas las mujeres de la novela que, en realidad y sin apenas excepciones, se muestran débiles y vulnerables a lo largo de la novela ,con poco autoestima y cayendo en los mismos errores sin aprender de la experiencia, demasiado inocentes y fáciles de engañar hasta el punto de resultar inverosímiles.

Es una obra que pretendiendo homenajear a algunas mujeres empoderadas me ha resultado misógina, con mujeres enemistadas por el mismo hombre, cayendo en el típico cliché de ‘’mujer escogida y mujer descartada’’ y recayendo el poder de decisión en personajes masculinos.

En segundo plano la historia se centra en una crítica social mordaz acerca de cómo algunas familias burguesas hicieron fortuna de forma fraudulenta, además de hablar del contrabando y de la corrupción en personas de poder y autoridad.

Esta crítica está centrada en "La casa de la aduana" que irá teniendo mayor peso y relevancia a lo largo de la novela, de forma que todo lo que aconteció en ella en el pasado es donde se originan muchas de las situaciones que ocurren en el presente a lo largo de la novela. Esta crítica nos lleva a dividir a los personajes en diferentes bandos: los que por herencia, azar o acciones fraudulentas todo les ha ido bien, contrapuestos con otros cuya vida ha sido difícil, injusta y desfavorecida hasta que el azar cambia su suerte. Y, por último, otros personajes que teniendo la oportunidad de resarcirse y cambiar cuando la vida y la suerte están de su lado, desaprovechan deliberadamente esa posibilidad. Los personajes se dividen principalmente entre los que se mueven por dinero y por amor.

Así pues, tanto los personajes principales como los secundarios están muy bien definidos y diferenciados, algunos evolucionarán a lo largo de la historia mientras que otros permanecerán igual de forma deliberada para dar forma a la idea que la autora trata de transmitir en su novela.

Ambientada en Can Ventura, La Costa Brava, la Cerdanya y Barcelona, las descripciones son muy detalladas, centradas en paisajes mágicos que nos permiten adentrarnos en ellos y pasear de mano de los protagonistas entre plazas renacentistas, catedrales góticas o barrocas, calas, playas, paisajes naturales y rústicos, entre muchos otros lugares destacables de Cataluña.

En conclusión, es una novela original y entretenida, con toques de misterio e intriga, que utiliza una falacia matemática para crear historias muy diferenciadas y que engancha, con un gran trabajo de la autora al describir tantos personajes y ambientes diferentes al detalle que se entremezclan de forma magistral, además de tener criticas sociales inteligentes y ácidas a pesar de su punto previsible y que no hace justicia a cada personaje "poniéndolos a cada uno en su lugar" como hace ver la sinopsis, y con personajes femeninos insulsos y poco interesantes, sin fortaleza ni poder y que deja con la sensación de que tienen poca relevancia y que, en lugar de llevar las riendas de sus vidas, permiten que sus vidas fluyan a manos de los personajes masculinos. La intención de dividir a los personajes en función de sus intereses es magistral, pero no ocurre lo mismo en el intento de mostrar mujeres empoderadas, porque me ha parecido que las mujeres, en contraposición con los hombres, son insignificantes y con papeles secundarios cuyas conversaciones giran siempre en torno a los hombres y dependen de ellos, algo irrisorio partiendo de la base de que son ellas las que tienen el poder económico.

Es una novela que resulta simple, veraniega, para entretener y de la que se podría haber sacado más partido y complejidad porque parte de una idea original, una falacia interesante y unas historias bien hiladas y entrelazadas, buenas descripciones y críticas mordaces llevadas con inteligencia. (Noemí Hernández, 8 de octubre de 2024)