Entretiene, final poco entendible, no es un best seller pero entretiene sino tienes otra cosa que leer
hace 1 añoLa narradora de estas páginas vive a cinco mil kilómetros de su país natal, trabaja para una agencia de publicidad, quiere tramitar una beca para irse a escribir a Holanda y mantiene periódicas videoconferencias con su hermana. Esta le manda encomiendas, paquetes que incluyen comida, dibujos de sus sobrinos y de vez en cuando alguna sorpresa, como una vieja fotografía. A menudo la comida llega podrida. Una serie de figuras y acontecimientos irán dejando entrever las fisuras que se abren en la cotidianeidad de la protagonista: la recepción de una enorme caja difícil de abrir, una gata que se pasea por el edificio en el que vive, los vecinos que se ausentan y los que llaman a su puerta, el hijo de una vecina, las idas y venidas de su novio, un vagabundo... Y es que, como ella misma dice: «Con qué rapidez se hace pedazos la cáscara de una rutina. Cualquier rutina, por sólida que sea, es arrasada por lo imprevisto.»
Entretiene, final poco entendible, no es un best seller pero entretiene sino tienes otra cosa que leer
hace 1 año