En solo cuatro semanas durante el verano de 1941, la Wehrmacht alemana provocó la destrucción sin precedentes de cuatro ejércitos soviéticos, conquistando Ucrania central y matando o capturando a tres cuartos de millón de hombres. Esta fue la Batalla de Kiev, una de las más grandes y decisivas de la Segunda Guerra Mundial y, para Hitler y Stalin, una batalla de crucial importancia. Por primera vez, David Stahel representa el curso drámatico de la batalla y sus secuelas, sacando a la luz las pérdidas irreemplazables sufridas por los «grupos panzer» alemanes a pesar de sus éxitos en el campo de batalla, y las implicaciones de estas pérdidas para el esfuerzo de guerra alemán. Ilustra de forma brillante el funcionamiento interno del ejército alemán, así como las experiencias de los soldados comunes, mostrando que con el invierno ruso que se avecinaba y la resistencia soviética aún entera, la victoria tuvo un coste enorme y confirmó el momento decisivo en la guerra de Alemania en el Frente del Este.