Empecé a leer este libro como una obligación de un profesor de literatura y de cara a un examen, algo que no me gusta nada porque me provoca tensión en la lectura. Me encontré con una historia que me apasionó, un quijote del siglo XX que provoca pena y ternura a la vez, pero al que enseguida le coges cariño. Divertido, ácido y algo patético lo que le da un punto de ironía a la historia. Fue lo primero que leí de Luis Landero y desde luego no fue lo último porque descubrí a un gran escritor, al que además tuve la suerte de conocer en unas charla sobre otro libro suyo "El guitarrista". El argumento trata sobre un hombre, Gregorio Olías, que no se resigna a su vida monótona y aburrida, ya estancada y se crea un alter ego, con una interesante historia, la que a él le hubiera gustado vivir, aunque solo sea real en la imaginación de otra persona, con el fin de impresionar. Lo que comienza como una mentira piadosa acaba conviertiéndose en toda una aventura que se mueve entre la realidad y la fábula. Me gustó mucho.
hace 12 años