Delumeau demuestra que no sólo los individuos, sino también las colectividades e incluso las civilizaciones, pueden estar atrapadas en un permanente diálogo con el miedo, ofreciéndonos una sorprendente historia del miedo de Occidente desde el siglo xiv hasta el xviii. Apoyándose en un vasto campo de observación histórico, económico, sociológico, psicoanalítico, psicológico y antropológico, el autor traza el retrato de una sociedad traumatizada por la peste, las guerras, las disputas religiosas y la inseguridad permanente, y analiza la instrumentalización del terror, sobre todo por parte de la Iglesia. Este ensayo matiza la imagen a veces idealizada del Renacimiento y desvela la intimidad y las pesadillas de nuestro pasado, raíces de la necesidad de seguridad que caracteriza a la sociedad contemporánea