Refrescante y ameno. Cuentos pequeños y adorables que arrancan sonrisas en cada párrafo ya sea por una frase ingeniosa, una situación absurda, un comentario gracioso... Surrealista.
hace 8 añosEn estos cuentos, escritos entre 1945 y 1952, la desbordante imaginación del ya mítico escritor Boris Vian parece no imponerse límites: desde el lobo-hombre que, «se estrena» en un hotelucho de Montmartre hasta la bailarina del Bronx, que sólo se excita atropellando a perros y personas con un taxi, todo es posible. También circulan por estos relatos pícaros, chorizos y chiflados de toda índole, fauna pintoresca de gente rara que a Vian le sirve para crear esas situaciones grotescas, absurdas e hilarantes que le son tan familiares y que nos invitan a compartir el frenético mundo de la inmediata posguerra en el que él agotó su corta vida.
Refrescante y ameno. Cuentos pequeños y adorables que arrancan sonrisas en cada párrafo ya sea por una frase ingeniosa, una situación absurda, un comentario gracioso... Surrealista.
hace 8 añosUnos cuentos son más divertidos que otros. Pero en todos hay un poso de genial ironía. Cien por cien recomendable a los amantes del surrealismo y, para los que no sea este su género preferido, aún así no dejará de encantarles los relatos El Lobo-Hombre y El Amor es Ciego.
hace 13 años