El Inca Atahualpa, Señor del Principio, ha sido capturado por unos extraños barbudos que han llegado hasta Cajamarca montados en llamas gigantes y premunidos de mortales cilindros en los que habita Illapa, el dios del Trueno y el Relámpago. El Mundo de las Cuatro Direcciones se encuentra en peligro mortal. La misión de rescatar al Inca recae en Salango, un espía chanca del servicio secreto del incario, Contador-de-un-Vistazo, tejedor de quipus y protagonista de esta monumental novela. Pero sus casi mil páginas no se sostienen solo en esta única tarea, sino también en la minuciosa reconstrucción de una civilización portentosa y singular, la incaica, en la que colisionan las lealtades y bullen la codicia, la traición y la ambición de poder. Poco tiempo después de su publicación, El Espía del Inca se convirtió, según la crítica especializada, en la mejor novela peruana de lo que va del nuevo siglo. Por un lado, recrea, con sólida documentación histórica —pero con las licencias de la ficción novelística— el infructuoso rescate del Inca. Por otro, da nueva vida a los personajes que poblaron el Tahuantinsuyo en los instantes primeros de la conquista, incluyendo a los invasores españoles que llegaron a su territorio.