El trabajo de Grace Eversleigh no puede ser más ingrato: ser la acompañante y confidente de la viuda Augusta Cavendish, la poderosa duquesa de Wyndham, una mujer altiva y arrogante de corazón duro. Como si eso fuera poco, ahora la duquesa le exige a Grace que sea cómplice del secuestro de Jack Audley, excapitán del ejército convertido en ladrón de caminos. Es que la anciana está convencida de que Jack es en realidad, su nieto, el hijo de su hijo más querido. Si está, en la cierto, Jack podría ser el verdadero duque de Wyndham, lo que echaría por tierra los planes de Thomas Cavendish, hasta ahora poseedor del título. Pero Jack siempre ha sido un alma libre, y un poco canalla, y lo que menos desea es pertenecer a la rancia nobleza del reino. Hasta que su mirada se cruza con la de la bella Grace, y surge entre ambos una pasión que ninguno de los dos anticipaba y que puede tener consecuencias devastadoras. Porque si Jack es el verdadero duque, Grace jamás podrá, hacerlo suyo.