Tras la muerte del sexto conde de Penwood, el padre que jamás la reconoció como hija legítima, Sophie Beckett se queda completamente sola y en una situación muy precaria: sin un centavo y bajo las órdenes de su madrasta, que la deja seguir viviendo en su hogar, pero en calidad de criada. Una noche, con la ayuda y complicidad del resto del personal de la casa, Sophie acude por primera vez en su vida a una fiesta organizada en casa de los Bridgerton y por fortuna para ella, se trata de un baile de disfraces, con lo que la joven logra ocultar su identidad bajo su antifaz. Allí conoce a Benedict, el segundo de los hermanos Bridgerton, y solo unas horas de conversación son suficientes para que los jóvenes se enamoren de forma irremediable, aunque Sophie sabe que pertenecen a clases sociales diferentes y que su amor es imposible. Es inevitable que durante los primeros compases de esta historia al lector le acuda a la mente el famoso cuento de la Cenicienta. En este caso Sophie no pierde un zapato, sino un guante con las iniciales de su abuela paterna, pero antes de que su príncipe azul descubra dónde vive, Sophie debe huir de la ciudad e iniciar una nueva vida lejos de Londres, lo que imposibilita el reencuentro de los dos jóvenes enamorados, hasta varios años después. La trama de esta novela no destaca por ser muy compleja, pero es resultona y sin mucho esfuerzo, ha logrado captar toda mi atención. Admito que Benedict no es uno de mis favoritos entre todos los hermanos Bridgerton y de hecho, la proposición inicial que le hace a Sophie tras su reencuentro -sin saber que se trata de la joven que cautivó su corazón varios años antes- es algo que detesto encontrar en una novela y no ha ayudado a mejorar mi opinión sobre él. Sophie es una luchadora nata, una joven que a pesar de las vejaciones que ha sufrido a manos de su madrastra, conserva intacto su noble corazón y el coraje suficiente para afrontar los problemas que la van surgiendo en cada momento. Sin duda, se ha convertido uno de mis personajes favoritos junto a Violet, la madre de Benedict. Además de una historia de amor bonita, esta novela destaca por el toque de humor que emana de cada escena en la que interviene alguno de los Bridgerton. Los hermanos de Benedict son incorregibles y nos regalan momentos muy divertidos. A pesar de ser una novela sencilla y totalmente predecible, «Te doy mi corazón» ha sabido conquistarme y la he disfrutado mucho, así que estoy deseando continuar con esta serie para conocer la historia de amor de otro de los personajes que más interés me ha suscitado desde el inicio: la de Penélope Featherington, protagonista de la siguiente entrega.
hace 1 año