Cuando vas a escribir unas líneas comentando un libro muchas veces cuentas algo del argumento intentando no destriparlo mucho, otras veces dices que se lee fácil, que entretiene, que te proporciona buenos ratos. En un libro como éste lo importante no es el argumento, ni el estilo, ni siquiera si te entretiene o no, lo importante es lo que te hace sentir. Ves como unos personajes de ficción transforman sus vidas por lo que les dicta su corazón, sacan todo lo bueno y todo lo malo que llevan dentro. Y son como la vida misma, como la nuestra, su amor es como el nuestro, que nos hace tiernos unas veces y crueles otras. Gin es la invitada en la segunda parte de esta historia. Desde el principio parece ocupar un lugar que no se merece y quien haya leido "Tres metros sobre el cielo" lo entenderá. Pero Gin es el amor verdadero, el eterno, el incondicional, el que siempre está pendiente, el que sufre en silencio, el que se queda solo y sigue amando, el que regala su vida a una causa perdida. Gin no hace trampas en el amor porque lo da todo. Gin es un corazón de esos que existen muy pocos en la vida real. Suerte amigos, puede que el futuro os regale a una Gin y entonces seréis los más afortunados del mundo, no la dejéis escapar.
hace 13 años
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