La heredera en apuros quitaba el aliento y estaba a punto de recibir sus buenos millones. ¿Cómo podía tener problemas aquella apetecible y bien dotada criatura? ¿Por qué alguien la había elegido como "la más probable víctima del asesinato del año? Danny Boyd ignoraba el motivo, mas para descubrirlo se había encontrado con un sustancioso anticipo y la estancia, durante una semana, en una mansión apartada del mundanal ruido y rebosante de invitados. Por consiguiente, allá se fue, a Santo Bahía, para encontrarse amenazado por un gorila, perseguido por la ninfomaníaca casera y convertido en el principal sospechoso del "caso del cadáver errante por la playa"