En este reino, conocido por ser perecedero y libre de sorpresas, nos complace entregar al lector los mapas y la brújula para sus siguientes aventuras, para escapar de las vetas de corriente y concreta normalidad que abundan en nuestra ciudad.Los presentes folios contienen los atisbos que hicieron los autores a otros mundos, y lo ofrecen al lector como testimonio de guerras que aún no han terminado, para que aprenda un baile secreto capaz de unir lo que la muerte ha separado, como muestras del diario de los que se emanciparon de la muerte, o prueba del dilema que plantean los avances de la tecnología médica. Tan diversas como son, el lector podrá elegir el camino a seguir, teniendo siempre como única certeza que las reglas convencionales que dominan sobre el espacio, el sonido, la vida y los sentidos no tendrán la rigurosidad de la realidad circundante. La literatura contemporánea ha abocado su interés a la cotidianeidad, convencida hasta el cinismo de que ya nada puede sorprendernos, desdeñando de esa manera todo atisbo de imaginación. Mas no es del todo así. La fantasía ha alimentado a los héroes y a los villanos, a los hacedores y a los aventureros de nuestra historia. Ha sido su olfato para encontrar lo que se aleja de la realidad lo que los ha llevado hasta los límites de la investigación y de la aventura, convencidos de que hay mucho más por descubrir en este viaje. Mas el lector debe saber que al leer estos cuentos no ha iniciado un viaje. Los viajes terminan, pero las realidades que tiene usted a disposición en este tomo siguen sin parar en el compilado sin fin de la literatura fantástica. Son la evidencia de sitios infinitos, donde todas las reglas deben reescribirse, donde eventos únicos e inimaginables suceden sin testigos, donde seres inmortales se preguntan si esto es todo lo que tienen a la mano y donde el tiempo es una moneda corriente. En este devenir de exploración, los resultados encontrados por los autores no han sido uniformes. Hay planetas frágiles como el cristal, sumidos en la enfermedad, ciudades mecánicas donde la música se ha extinguido e inclusive un dominó de muertes inexplicables con un común denominador insospechado. Incluso la manera en que nuestros sentidos no sirven para revelarnos el entorno sino para protegernos de lo que lo habita, y que está frente a nosotros. Rudy Terceros ha dado la brújula a los participantes del Taller de Escritura Creativa, y ellos han trazado los mapas para las aventuras que ahora ponen en sus manos. Queda seguirlas con el ojo del curioso y la entereza del valiente, sin estar seguros de hasta dónde nos llevarán. (Carlos Eduardo Delgado Velásquez)