Desde la derrota de su reino en las últimas guerras tribales, Auda, el hijo del sultán Salmahnieh, vive bajo la custodia de su archienemigo, el rey Nesib. El conflicto entre ambos reinos repunta cuando se descubre una enorme reserva de petróleo en una franja fronteriza. Nesib está dispuesto a aceptar la propuesta ofrecida por las potencias occidentales, que disponen de una tecnología avanzada de perforación; en cambio, Salmahnieh se niega rotundamente a que la influencia perniciosa de Occidente penetre en su tierra. Auda pide regresar a su tierra para convencer a su padre de que no provoque una guerra, pero Nesib tiene otros planes para lograr el entendimiento y fuerza la boda de su hija, la hermosa Lahlah, con Auda. Éste, pese al amor que inflama su corazón, se siente impelido a huir por lealtad a los suyos. De vuelta en casa, armará un ejército de mendigos, tullidos y criminales, una hueste inexperta que debe atacar por sorpresa al enemigo. Sin embargo, el desierto los convertirá en una tropa sin piedad, en un grupo salvaje cuyo líder, cuando la espiral de violencia alcance límites insospechados, quizá no se detenga ante las súplicas de quienes más lo quieren y respetan. Los estragos de la guerra han avivado su sed de sangre, un ansia que nace en las entrañas, alimentada por el sol y la arena, en un lugar que se encuentra al sur del corazón.