Miguel Ángel desembarca en Constantinopla el 13 de mayo de 1506 tras recibir la carta del sultán Bayazid con la promesa de cubrirle de oro si proyecta un puente sobre el Cuerno de Oro. Una promesa que podría aliviar los problemas económicos del artista y acabar con las dudas respecto al valor de su propio arte. El proyecto fue encargado anteriormente a Leonardo da Vinci, pero su diseño fue desestimado, y ahora Miguel Ángel tiene la ocasión de superar al gran maestro y consagrarse con una obra que podría convertirse en el símbolo de una civilización entera. Así comienza esta novela que despliega con precisión los misterios del viaje de Miguel Ángel a través de una Constantinopla enigmática y fascinante. Al poco tiempo de embarcarse en esta aventura, se dibuja un triángulo amoroso del más alto calibre: Menihi, el poeta de la corte, acaba sucumbiendo al carácter del genio y enamorándose perdidamente del artista, mientras que Miguel Ángel encuentra en una exótica bailarina las formas perfectas donde admirar la belleza oriental. A través de la crónica de aquellas pocas semanas de la historia, Mathias Enard esboza una geografía política cuyas dudas siguen acuciándonos cinco siglos después. Este retrato del artista en su trabajo, preciso y cincelado como una pieza de orfebrería, es también una reflexión fascinante sobre la creación y el punto en que confluyen dos civilizaciones.